Día mundial del Ictus
El ictus se ha convertido en la epidemia del sigo XXI. Actualmente estamos viviendo un momento complicado con la aparición del Coronavirus y estamos dejando de lado el resto de enfermedades que ya existían y siguen haciendo daño a millones de personas en el mundo. Durante el confinamiento y evitando la asistencia a hospitales o a centros de salud, las secuelas de los ictus que han tenido lugar en este tiempo, han sido devastadoras
Tipos de Ictus
El ictus supone la primera causa de muerte entre mujeres españolas y la segunda en hombres. De manera muy resumida puede tener dos formas de presentación: ictus isquémico o ictus hemorrágico.
El ictus isquémico supone un taponamiento por un coagulo en las arterias cerebrales. El ictus hemorrágico se traduce como una rotura de los vasos que irrigan las diferentes áreas cerebrales con posterior encharcamiento de las mismas.
Primeros signos del Ictus
Me parece importante destacar los primeros signos que se evidencian en este tipo de accidente cerebrovascular para que todos seamos capaces de actuar con la mayor brevedad de tiempo posible ante un caso de ictus. El tiempo de respuesta ante los primeros signos de alerta, resulta esencial a la hora de reducir las consecuencias. Cuanto más tardemos en detectar su aparición, mayores secuelas dejará en la persona afectada.

Algunos de los signos de alerta a tener en cuenta son:
- Dificultad para hablar.
- Debilidad muscular o falta de fuerza.
- Falta de sensibilidad en un lateral del cuerpo.
- Problemas para seguir la marcha.
- Alteración en la coordinación y/o vértigo.
- Pérdida de conciencia, desequilibrio y/o confusión.
- Dolor repentino de cabeza de alta intensidad.
- Pérdida de visión completa o parcial.
Ante estos signos de alarma es imprescindible llamar al teléfono de emergencia y comunicar los síntomas que se detecten de inmediato para una intervención lo más temprana posible
Intervención de la logopedia en la rehabilitación del Ictus

La intervención logopédica es fundamental cuando la persona afectada por ictus ha conseguido sobrevivir a esta enfermedad, con el principal objetivo de conseguir una vida lo más normalizada posible, es recomendable que la intervención sea cuanto antes, ya que el pronóstico mejora considerablemente cuando esto sucede.
Cuando se habla de intervención logopédica en ictus se deben dejar claros diferentes aspectos, como por ejemplo que la logopedia interviene para rehabilitar las funciones afectadas como el habla, la voz, el lenguaje y la deglución.
Con ello, la logopedia abarca la rehabilitación de las estructuras que permiten estas funciones como un todo. Compartimos estructuras para comer, hablar y respirar, por lo que debemos pensar que si una de estas funciones está afectada, el resto se deberán evaluar muy detenidamente por si también necesitaran intervención.
Rehabilitación del Ictus en la afectación del lenguaje
Para comenzar la explicación nos centraremos en el lenguaje, ya que supone una de las áreas más afectadas con la aparición de esta enfermedad. La afectación va a depender de la zona cerebral que tengamos afectada por el daño ocasionado. Siempre se ha relacionado el lenguaje al hemisferio izquierdo del cerebro. Sin embargo, hay estudios recientes que demuestran que el lenguaje no está únicamente localizado en el hemisferio izquierdo del cerebro y que el hemisferio derecho también tiene gran papel en el mismo. Por ello, es importante conocer esta estructuración lingüística cerebral para conseguir que la rehabilitación sea eficaz.
Cuando la producción del lenguaje se encuentra afectada después de un ictus, se relaciona con daño cerebral en las zonas frontales o próximas a las mismas. La zona del lóbulo frontal y todas las zonas próximas a este son las encargadas del aspecto motor (movimiento) del lenguaje y de otras funciones relacionadas con él como son las funciones ejecutivas.
Las funciones ejecutivas se encargan, muy resumidamente, de organizar el resto de funciones cerebrales. Una profesora que tuve en la universidad llamaba a las funciones ejecutivas “las directoras de orquesta” ya que se encargan de planificar, organizar, guiar, revisar, regular y evaluar todas las actividades mentales complejas que se necesita para que el comportamiento de la persona pueda adaptarse al entorno.
Las funciones ejecutivas son la principal tarea de rehabilitación de la disciplina neuropsicológica y tiene estrecha relación con la estructuración del lenguaje en el cerebro. De ahí la mención que he creído necesaria hacer en el día de hoy.
El lenguaje puede verse afectado por dos habilidades: comprensión o expresión. Cuando la comprensión del lenguaje se encuentra alterada quiere decir que el ictus ha afectado parte del área temporal del cerebro o a zonas muy próximas a ella. La rehabilitación logopédica es la encargada de trabajar estas alteraciones del lenguaje tanto a nivel de producción como de expresión.
Rehabilitación del Ictus en la afectación del habla
Otro aspecto fundamental en la rehabilitación logopédica es el habla y la voz. Normalmente asociamos lenguaje y habla como un conjunto pero, en su rehabilitación, deben contemplarse como diferentes a pesar de la dependencia mutua que las une. El habla depende de la actividad motora de los órganos orofaciales y el lenguaje depende de la función cerebral. Cuando se altera el habla quiere decir que los órganos que la llevan a cabo están afectados. Es común que los nervios que inervan estas estructuras se afecten y que por ello, las estructuras no respondan a lo que nuestro cerebro les encargue decir o emitir. Por ejemplo, una patología muy común de la afectación del habla después del ictus es la disartria. A grandes rasgos, la disartria es una afectación motora con origen del daño cerebral en el lóbulo frontal del cerebro y que nos impide producir aquello que nuestro cerebro quiere comunicar. Me podría extender mucho hablando sobre este tema pero ya podréis leer más detenidamente en próximos posts.

En cuanto a la voz, la podemos englobar dentro del habla, ya que depende del estado de las estructuras para su correcto funcionamiento. Muchos pacientes me destacan los cambios de voz que sufren después del ictus. Hacen referencia a que a veces les sale la voz suficiente y otras les cuenta más poder hablar, o necesitan hacer más esfuerzo para emitir un enunciado.
Como comentaba anteriormente, las estructuras que permiten las funciones de habla y de voz son los pares o nervios craneales. Estos nervios suelen verse afectados después de un ictus y las secuelas que encontramos pueden ser diferentes en cada caso. Las cuerdas vocales son músculos que también están inervados por estos nervios y la voz sucede gracias a ellas. Si los músculos encargados de esta función no reciben el impulso suficiente por una alteración en su origen o recorrido, encontraremos alteraciones en la emisión del habla e incluso, altibajos en el discurso. Por ello, es imprescindible la rehabilitación logopédica para conseguir que sus estructuras vuelvan a estar lo mejor posible y con ello, recuperen el máximo porcentaje de su funcionalidad.
Rehabilitación del Ictus en la afectación de la deglución
Por último, la alimentación es uno de los aspectos más importantes y a los que menos importancia se les da después de sufrir un ictus. La deglución (proceso que coloquialmente denominamos “tragar”), es objeto principal de la rehabilitación logopédica y debe evaluarse desde el primer momento en el que el paciente se encuentra consciente y se decide retomar la alimentación por vía oral.
Como paciente o familiar directo se debe solicitar que la evaluación de la deglución la realice un logopeda y no otro profesional. El especialista de la deglución en este ámbito es el logopeda aunque en muchos centros y hospitales encontramos a otros profesionales, no especialistas, que sin ser logopedas ejercen esta función.
Todas las estructuras, desde que tenemos el alimento delante de nuestra boca hasta que llega al esófago, están inervadas también por los nervios craneales. Esto significa que, al igual que las estructuras del habla, pueden verse afectadas por la alteración de los nervios que hacen posible la función. Por lo que cualquier estructura que interviene en este proceso de alimentación puede verse afectada y con ello, poner en riesgo la salud de la persona.
En la rehabilitación del ictus resulta imprescindible que el logopeda valore el estado de estas estructuras y la posibilidad de seguir con una alimentación normal o adaptada a sus características y alteraciones. Esta adaptación es vital para que la persona no corra ningún riesgo y acabe sufriendo neumonías por aspiración, lo cual puede poder en riesgo su salud después de haber conseguido salir de una enfermedad tan grave como es el ictus.
Aprovechando el día mundial del ictus y con todo lo que he explicado muy resumidamente en este post, me gustaría hacer mención a la importancia que supone la intervención logopédica en esta enfermedad y de la gran ayuda que aporta la adecuada evaluación e intervención con el fin de conseguir una vida lo más normalizada posible después de este suceso.
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