¿Qué es la Esclerosis Múltiple?
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad neurodegenerativa autoinmune que tiene lugar sin demencia, y que se debe a un proceso autoinmune inflamatorio desmielinizante de las neuronas del sistema nervioso central.
Se encuentra entre las enfermedades más comunes entre personas jóvenes de entre 20 y 40 años.
Tiene una amplia variedad sintomatológica entre las personas que la padecen. Cuando decimos que es una enfermedad crónica y autoinmune, quiere decir que es el mismo sistema inmunitario de la persona el que ataca contra las estructuras del propio organismo.
Las neuronas se comunican entre sí mediante impulsos nerviosos favorecidos por una sustancia grasa que facilita la conducción del mismo impulso. Esta sustancia grasa que recubre los axones se denomina mielina y es la encargada de facilitar la velocidad de la comunicación entre diferentes células o neuronas que tenemos en el cerebro.
Cuando aparece la Esclerosis Múltiple, la propia enfermedad hace que el mismo organismo destruya esta capa de mielina y con ello, dificulte la trasmisión de información entre neuronas. Este proceso conlleva al mal funcionamiento del sistema autoinmune con una degeneración de la sustancia blanca. La evolución de la enfermedad es diferente en cada persona y su diagnóstico no resulta sencillo en mucho casos.
En la mayoría de los casos la enfermedad comienza a mostrar síntomas en torno a los 30-40 años. En reducidas ocasiones el comienzo de la enfermedad tiene lugar antes de los 16 años (5%) o después de los 50 años (10%).
Causas de la Esclerosis
Las causas más comunes de esta enfermedad se engloban en dos grupos:
- Predisposición genética.
- Causas ambientales.
Existen más de 200 genes diferentes asociados a la Esclerosis Múltiple y agentes externos que se cree que pueden activar los genes anómalos causantes de la enfermedad. Entre los agentes externos se encuentran agentes geográficos como la lejanía al ecuador, demográficos como edad, sexo y raza, otros como la obesidad, consumo de tabaco, presencia de vitamina D, etc.
Tipos de Esclerosis
Existen varios tipos según su presentación clínica (síntomas):
- Síndrome Clínico Aislado:
El Síndrome Clínico Aislado hace referencia a un episodio de síntomas clínicos que tiene una duración de menos de 24 horas. Este episodio es ocasionado por una inflamación o desmielinización del sistema nervioso central. Asimismo, puede estar localizado en uno o varios puntos y progresa con una recuperación completa o parcial.
Este síndrome suele darse en adultos de entre 20-40 años aproximadamente, siendo más frecuente en mujeres.
La sintomatología suele variar según la localización de la lesión. Desde la Médula Espinal, cursando con debilidad muscular, sensación de adormecimiento en brazos y piernas, calambres y acompañado de afectación en sistemas digestivo y urinario.
Cuando la localización de la afección está en la Médula Espinal suele tener una duración de entre una o dos horas (con inicio repentino) o una o dos semanas (siendo el inicio progresivo); Nervio óptico, cursando con visión borrosa de un ojo, normalmente, dolor en la parte posterior del ojo, presencia de puntos ciegos e incluso dificultad para percibir color del entorno; Tronco del encéfalo (parte que une el encéfalo a la médula), dando lugar a sensación de mareo, nauseas, vómitos, visión doble, pérdida auditiva e incluso incoordinación y desequilibrio.
- Esclerosis Múltiple Remitente-Recurrente:
La Esclerosis Remitente-Recurrente es la más común (85% de los casos). Los síntomas aparecen en el primer brote de la enfermedad y tienden a disminuir o incluso a desaparecer de forma espontánea en un periodo de tiempo que puede durar desde días hasta meses. Alterna periodos de activación de la enfermedad con síntomas de duración menor a 24 horas. Los síntomas que aparecen en los diferentes brotes pueden ser diferente según la zona que se encuentre dañada. Este tipo de Esclerosis Múltiple es más común entre mujeres y suele tener lugar en estadios tempranos de la enfermedad. Además, la persona afectada puede quedarse en esta fase el resto de su vida.
- Esclerosis Múltiple Primaria Progresiva:
En la Esclerosis Primaria Progresiva (15% de los casos) los síntomas de la enfermedad aparecen de forma progresiva, como su nombre indica. Los síntomas tienden a empeorar desde el momento inicial en el que aparecen. Estos síntomas suelen estar relacionados con la habilidad de caminar y con la fuerza motora. En este caso, la prevalencia es igual en hombres y mujeres.
- Esclerosis Múltiple Secundaria Progresiva:
La Esclerosis Secundaria Progresiva proviene del 25%-50% de los casos con Esclerosis Múltiple Remitente-Recurrente. Son la evolución de la enfermedad con empeoramiento gradual progresivo secundaria, con el paso de los años a la Remitente-Recurrente. Se trata de la evolución de recaída-remisión con empeoramiento significativo de la función neurológica con el paso del tiempo.
- Esclerosis Múltiple Progresiva Recurrente:
La Esclerosis Progresiva Recurrente es la forma menos común de la enfermedad. Afecta entorno al 3-5% de los casos. Y se caracteriza por un empeoramiento progresivo constante desde la aparición de los primeros síntomas. En este caso las recaídas pueden suceder con o sin recuperación, normalmente sin remisión. Siendo siempre la progresión de la enfermedad constante.
Evaluación y Tratamiento
El diagnóstico debe ser realizado por el neurólogo. Una vez detectada la enfermedad resulta imprescindible, como en el resto de casos de enfermedades neurodegenerativas, de paliar o ralentizar el avance de los síntomas en la medida de lo posible.
Se trata de la segunda causa de discapacidad neurológica en adultos jóvenes siendo el 80% de los casos diagnosticados antes de los 40 años (Dato extraído de la Fundación Esclerosis Múltiple de Cataluña). Por este motivo es imprescindible, desde el momento de su detección/diagnóstico, la intervención precoz para mantener las funciones vitales en buenas condiciones el máximo tiempo posible ralentizando, con terapia logopédica, el deterioro de estas funciones.
En este caso, las funciones objeto principal de la terapia logopédica son el lenguaje (en todas sus modalidades) y la alimentación. Resulta vital que la persona pueda comunicarse con su entorno y continúe alimentándose el máximo tiempo que nos permita el avance del deterioro ocasionado por la Esclerosis Múltiple. Por ello, el profesional del lenguaje y la alimentación debe valorar estas funciones desde el inicio para paliar los síntomas y trabajar las manifestaciones que tengan lugar por el avance de la enfermedad.
Al tratarse de una enfermedad que afecta a la función motora, debe priorizarse el mantenimiento de las estructuras musculares para facilitar la expresión del habla y la función de deglución para que sigan siendo funciones eficaces y seguras. La disfagia es una de las alteraciones más comunes en los casos de Esclerosis Múltiple por la afectación estructural a nivel muscular. Si los músculos de la cabeza y el cuello, que llevan a cabo el habla y la alimentación, no se encuentran en buen estado por la falta de conexiones nerviosas ocasionadas por la enfermedad, la función no se llevará a cabo y se deteriorará progresivamente.
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